La Teoría del Enfriamiento

Hoy, estando un servidor realizando su descanso merecido tras arduas horas de estudio en la biblioteca Rey Pastor, he escuchado rumores de una serie de sucesos acontecidos en ella.

Parece ser que las máquinas expendedoras se usan para algo más que sacar comida. Hay gente que deposita su botella de agua en la trampilla donde caen los comestibles, y al estar esta refigerada, el agua está fresquita cuando su dueño/a vuelve a por ella al rato.

Sí, yo he pensado lo mismo que tú... ¿se van y dejan ahi la botella? Pues sí, y la mar de tranquilos porque según dicen, ¿quién va a beber de una botella que se ve que está usada?.

Esto me trae a la cabeza lo que me decía mi madre cuando salía de fiesta: "No dejes el vaso por ahí, que hay gente que te echa droga."

Pasando por alto que esta teoría materna de 'drogas by the face' no se sostiene por ningún lado, no puedo evitar pensar que yo tampoco me fiaría de beber de una botella que he dejado ahí a solas media hora.

Desconozco si esto es realmente cierto, porque os lo cuento de oídas.
Entonces dirás: ¿y por qué lo publicas?, pues porque me da la gana, no te digo... que para eso es mi blog. Además después de una mañana entera de intregrales, logaritmos y ecuaciones varias, cualquier cosa me parece interesante.

Ya sé que a las personas que hacen esto, les he hecho como Pitingo a las canciones clásicas: joderlas... pero lo hago por vuestro bien, ¡no vaya a ser que os echen drogaína!