Dos años. Dos años desde que presenté el Trabajo de Fin de Grado en la Uc3m.Es lo que me recordaba hace unos días Facebook, a través de una foto que publiqué al respecto aquel 3 de Octubre de 2013.
Vértigo. Eso fue lo primero que sentí. Vértigo al ver como pasa el tiempo, al ver lo incontrolable que es, y como mi época universitaria va quedando cada vez más en el recuerdo.
Justamente hoy, una quedada para comer con mis secuaces de la universidad, a los que adoro como el primer día, me ha impulsado a escribir esto que lees.
Antes de que todos mis (ex)seguidores de la Carlos III, que me leían en aquellos años, se licencien con honores, y el nombre de SobreviveUc3m se pierda en la bruma de los tiempos, he decidido, para quien le interese, contaros que ha sido de mi vida.
Todo empezó como le ha pasado a casi cualquiera: tengo el título ¿y ahora que? Después de un tiempo echando curriculums, escrudriñando día tras día en Infojobs y similares, y tras una primera experiencia laboral mala, podríamos decir que atravieso un periodo de estabilidad.
Un año y seis meses llevo ya en mi actual empresa, primero con contrato en prácticas y, después, el ansiado y casi mitológico contrato indefinido. "Que suerte has tenido", me decían algunos; y en cierto modo puede que sea verdad, aunque a mi me gusta definirlo como "estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado".
El sueldo, podríamos considerarlo digno, y aunque no sea el trabajo de mis sueños, no me puedo quejar. Otra frase que me han dicho mucho es: "Pero estás trabajando de lo tuyo, ¿no?". A esta pregunta es difícil responder. En mi título pone Ingeniero de Sistemas Audiovisuales, y de sistemas audiovisuales veo más bien nada en mi actual puesto.
Pero por suerte (o no, depende de a quien preguntes), un título de estas características te abre puertas a sectores que a priori no están relacionadas literalmente con tu titulación. Y aprovechando el tirón que actualmente tienen las Consultoras (para un vendor de telecomunicaciones, en mi caso) no era de extrañar que fuese a caer en un puesto así.
Pero más allá de contaros cómo me gano la vida, porque no tengo ninguna intención de jactarme de mi situación, esta entrada la escribo por lo acojonantemente acojonado que estoy de cómo te va cambiando la vida.
Hasta hace nada, yo era un chaval despreocupado, al que la Responsabilidad, con mayúscula, le parecía algo de un futuro lejano. Ahora, me he independizado, con todo lo que ello conlleva, y tengo amigos que se han casado e incluso que tienen hijos.
Echo de menos la universidad, o mejor dicho, echo de menos lo que extra-académicamente implicaba: su ambiente, su gente, y el juntarme día a día con esa panda de gañanes a los que pronto empecé a llamar amigos. Pero desde luego, no extraño la incertidumbre de esperar la nota del examen, o la resignación de usar el finde para algo que no sea el ocio personal.
Aún hoy en día, me resisto a borrar la cuenta Twitter de SobreviveUc3m de la aplicación de mi móvil. Puede que esta sea mi última aportación como SobreviveUc3m, o puede que, como llevo haciendo dos años, me siga resistiendo a dejarlo totalmente. Incluso puede que la próxima vez que escriba, sea para deciros que me he casado, que he tenido un hijo, o que porfin he aprendido a usar Matlab. Nunca se sabe.
Los años corren, pero los buenos recuerdos nunca se olvidan, así que llenad vuestra cabeza de ellos. Y recordad, como dijo el poeta romano Virgilio... o fue Paquirrín, no me acuerdo:
"Tempus fugit"