24 febrero 2012

Cuando yo empecé...

Aveces hecho la vista atrás y recuerdo cuando llegué a esta nuestra universidad. ¡Ay que tiempos! Parece que fue ayer... Mentira puta. Parece que fue hace una eternidad. Estoy deseando acabar ya esta tortura mental y minadora de morales que llaman ingeniería.

Bueno, a lo que iba. Empecé allá por el año...buff, no lo quiero ni decir, simplemente os diré que España aun no era ni campeona de Europa siquiera.

Mi primer contacto con la Uc3m fueron los famosos "Cursos Cero" (¿siguen existiendo?), primer y breve contacto, porque fuí dos días. Lo de llamarlos "Cursos Cero" no sé si era por lo de "empezar de cero" o por lo de "reducir tu moral a cero", porque yo, un yogurín recién salido de un instituto público, me acojoné al ver ese uso indiscriminado de intergrales, derivadas, sumatorios, vectores y demás aberraciones matemáticas.

Por suerte no era el único, tenia un par de amiguetes que ya conocía del instituto, que estaban igual que yo. Mal de muchos, consuelo de tontos, ya sabéis...

Llegó el primer día de clase oficial. Edificio 7 del campus de Leganés, nuevecito, a estrenar. Tanto era así que no aparecía ni en los planos. Unos pupitres de última generación, cuya mesa se deslizaba para acercártela a tu gusto, eso si que era confort, comparado con las mesas tuerce-columnas de otros edificios.

Aprendí a jugar al mus. Sí, sí, os lo juro, jugando al mus en la EPS, aunque parezca mentira. Descubrí las magníficas palmeras de chocolate, el cruasán plancha y demás delicias cafeteriles de la Uc3m. También me aficioné al café, yo que siempre había sido de leche y Colacao.

El curso siguió, y yo, acostumbrado a ser chico de estudiar el día antes y aprobar, me confié y me pegué un piñazo enormérrimo con las notas del primer cuatrimestre.

Os preguntaréis... ¿cuántas? Como os gusta disfrutar del mal ajeno ¿eh?, os lucráis con ello cosa mala... En fin, lo diré... TODAS. Como lo lees, todas las asignaturas del primer cuatrimestre al hoyo. Mi padre casi me cuelga de los pulgares cuando se enteró.

Cuando me viene este momento a la mente, siempre me acuerdo de un anuncio de SM de hace unos años, que decía:

"Pablo Picasso nació muerto, no respiraba. Su tío, que era médico, se
inclinó y exhaló el humo de su puro sobre la nariz de Pablo, que finalmente se
removió y empezó a llorar. Creo que un mal comienzo nunca es definitivo."

Por tanto os diré, que si yo he podido sobrevivir en la Carlos III después de esa hecatombe inicial, cualquiera puede.

Sed buenos, carlistas.

19 febrero 2012

Los proyectores

¡Hola amigos! Bienvenidos a Carlimanía. Seguro que a los profes os ha pasado, que tenéis una presentación en Power Point fina fina, pero el proyector os juega una mala pasada.
Hoy vamos a ver cómo encender un proyector de las aulas de la Uc3m. Para ello necesitaremos una llave y un dedo, pero no vale cualquier llave, la tienes que pedir en conserjería. El dedo sí, vale cualquiera.
A pesar de que suele haber una hoja pegada con todas las instrucciones, vamos a pasar de ella, porque tenemos un doctorado como mínimo, y leer instrucciones es un insulto a nuestro intelecto.
Ahora vamos a echar un vistazo a la botonera, que es donde están los botones.
Lo primero que tenemos que hacer es introducir la llave en la cerradura... ¿quién lo diría verdad amigos? Pero así es, la introducimos con firmeza y decisión. ¡Muy bien!, ahora debemos girarla un cuarto hacia la derecha, o pi medios radianes, para los profes de ingeniería.
Después, pulsamos el botón de ON para encenderlo y bajar la pantalla. Puedes usar cualquier dedo pero te recomiendo el índice. Tranquilo profe, que un proyector es como el protagonista de una película X, no funciona hasta que no se calienta, pero al final se enciende.
Pues ya tenemos nuestro proyector encendido, fácil ¿verdad amigos?, lo siguiente que tenemos que hacer es seleccionar la señal. Así que vamos a ir pulsando en botón "Señal" hasta que aparezca algo diferente a un fondo azul.
Apuesto a que muchos tenéis un Macbook to guapete que te has podido comprar con tu sueldo de profe y quieres usarlo porque el ordenador del aula te da como asquete ¿verdad?.
¡Pues no hay problema amigos! Pedimos el cable VGA en conserjería, lo enchufamos a la caja de conexiones... ¡y listo!
Ahora vamos con un Carliconsejo: si enchufas tu portátil de mil y pico Euros y no sale imagen por el proyector, presiona Fn+F4 o Fn+F5 y solucionado.
Si aún así el proyector no se enciende, poneros en contacto con el becario de audiovisuales que, en cuanto termine de ver su capítulo de Como conocí a vuestra madre, irá a ayudaros con mucho gusto.
Bueno, pues ya tenemos listo nuestro proyector para dar clase. Rápido, fácil y para toda la familia. ¡Agur amigos!

13 febrero 2012

En busca de la palmera perdida

Carlistas, hoy toca vivencia personal de trascendencia nula. Estando yo esta fría tarde en la biblioteca por motivos que no vienen al caso, verdad... me ha entado un antojo increíble de palmera de chocolate.
Descartando que se tratase de un antojo de embarazo, por motivos biológicos evidentes, miré la hora: las 18:30..."Pocas palmeras habrán sobrevivido a estas horas a la voracidad carlista..." me dije a mi mismo.
A pesar de ello no perdí la esperanza y me dirigí a la cafetería del auditorio, más conocida como "la cafeta grande". Nada. Ni rastro de esas chocolateadas palmeras, solo las de azúcar, y eso es como una versión blanca de Shaquille O'Neal ... no es lo mismo.
Ante esta situación de emergencia palmeril, existe un protocolo de actuación en el campus de Leganés que consiste en irte a la cafetería del edificio Sabatini aka. "la cafeta pequeña". Más furtiva, menos frecuentada y probablemente menos afectada por la golosería carlista.
Cual fue mi decepción cuando solo encontré unos cruasanes con pinta de estar más secos que un aqua park en el Sáhara. Aún así, pregunté a la camarera, por si tenia alguna escondida y se producía el milagro. Pero nada.
Pasaba de ir a los chinos, porque en la calle hacía más frió que en un anuncio de Licor del Polo, y ya me había paseado bastante, así que recurrí a la máquina expendedora del la biblio.
Aún así, el infortunio tenía todavía un as en la manga: la palmera no estaba etiquetada con esas dos letras que hay que marcar. Pero a pesar de ello, me la jugué, y por eliminación marqué las letras CA. Soy un loco de la vida como podéis comprobar, yo soy de los que cruza cuando el monigote del semáforo está parpadeando. Ahí es ná...
De este modo, conseguí mi ansiada palmera de chocolate, de peor calidad sí, pero palmera al fin y al cabo.



02 febrero 2012

Motivación para el segundo cuatrimestre

He aquí un video, para todos aquellos que están de bajón por los resultados obtenidos en los exámenes del primer cuatrimestre.